quarta-feira, 30 de janeiro de 2013

¿Cumples o disfrutas del sexo? El juego amoroso


Vicente Prieto



La prisa y el sexo no hacen buena pareja. Para disfrutar de la relación sexual hay que dedicar tiempo a los juegos preliminares, facilitar un ambiente erotizante e íntimo y, progresiva y lentamente, entregarse a todo un ritual de intercambio afectivo en forma de caricias, besos y comunicación.
Zonas erógenas
Besar es una de las prácticas más excitantes de la relación sexual. La boca es unazona erógena de máxima sensibilidad, está perfectamente adaptada para el placer. La piel de los labios es muy fina y llena de vasos sanguíneos por lo que con el roce se llena de sangre y aumenta la temperatura, además de estar muy inervada, lo que provoca tanta excitación.
La lengua también es un órgano altamente sensible porque está repleta de receptores que detectan sabores, temperatura y textura al contactar con un objeto. Es de esperar entonces que la zona de la boca sea tan placentera en las relaciones de pareja como los genitales. Cuando damos un beso, además de las posibilidades placenteras que nos ofrecen los labios y la lengua, hacemos coincidir en ese instante otros deleites como los olores y los sabores. Esta combinación de sensaciones provoca instantes de alta excitabilidad en la pareja que debemos prolongar durante todo el tiempo que dure la relación sexual.Mantener relaciones sexuales satisfactorias contribuye sin duda alguna a la estabilidad emocional de la pareja
La piel, en toda su extensión sobre el cuerpo, nos permite dar y recibir placer. Es una manera de conocer las múltiples sensaciones de tu propio cuerpo y también el de la pareja. Hay determinadas zonas que se denominan erógenas, que están, muy inervadas, con alta sensibilidad, que despiertan la respuesta de alta excitación, preparando a los genitales para la receptividad del contacto sexual. Hablamos del cuello, de los lóbulos de las orejas, de los hombros, de los pezones, de los pechos, de los glúteos y de los genitales entre los más importantes para estimular. Todo esto si se suma a una comunicación verbal, suave, erotizante, el juego amoroso aumenta en intensidad y sensibilidad.
Mantener relaciones sexuales satisfactorias, fortaleciendo los juegos preliminares, contribuye sin duda alguna a la estabilidad emocional de la pareja y a consolidarla. Hay que tener en cuenta que en una pareja no sólo es importante la relación sexual, sino que esta tiene que darse dentro de un proyecto sentimental más global, en el que la comunicación, la toma de decisiones o la resolución de problemas, entre otras cuestiones, también fortalecen a dicha pareja.
En esta etapa de encuentro amoroso, la pareja es la que decide libremente en todo momento el tipo de juego que quiere compartir. No debe forzarse ninguna práctica sexual, todo tiene que compartirse de mutuo acuerdo.   
Terapia sexual
Las disfunciones sexuales son síntomas psicosomáticos (eyaculación precoz, vaginismo...)  provocados por factores de diferente origen (problemas físicos, ansiedad, temores...) y a los que cabe poner remedio mediante procedimientos relativamente sencillos y rápidos de aprender, diseñados en la terapia sexual, siendo las técnicas eróticas las más utilizadas.
La terapia sexual es un conjunto de programas de intervención psicológica que tiene como objetivo solucionar las disfunciones o problemas en la respuesta sexual de las personas. Este proceso terapéutico está indicado para todas aquellas personas que perciben que su respuesta sexual no es correcta, que lo viven con insatisfacción y ansiedad y que es un foco de problemas que altera la estabilidad de la pareja.
Disfunciones sexuales masculinas
  • Impotencia. Disfunción de la erección.
  • Eyaculación retardada. Exceso de control eyaculatorio.
  • Eyaculación precoz. Control inadecuado de la eyaculación.
Disfunciones sexuales femeninas
  • La frigidez. Carencia de respuesta sexual femenina.
  • Disfunción orgásmica femenina.
  • Vaginismo.
El tiempo para resolver un problema en la respuesta sexual, al igual que en otros procesos de intervención psicológica, es variable, dependiendo del problema, de la implicación de los pacientes, del nivel de deterioro, de su cronificación, de si tiene o no una dificultad física, etc., pero se estima que en tres o cuatro meses de entrenamiento la gran mayoría de este tipo de problemas se resuelven. La forma de abordar el problema varía pero, en general, el proceso tendría los siguientes pasos.
  • Evaluación médica para descartar un problema físico.
  • Evaluación psicológica para saber el tipo de disfunción sexual. Diagnóstico.
  • Valoración de la historia sexual de la pareja. Cómo percibe cada uno el problema.
  • Elaboración del programa de intervención para resolver el trastorno. Tratamiento.
Técnicas de intervención más utilizadas
  • Dar información científica al paciente. Conocer el problema y romper tópicos y tabúes.
  • Técnicas para mejorar la comunicación.
  • Técnicas para aprender a relajarse.
  • Técnicas eróticas: focalización sensorial; aprender a acariciarse por todo el cuerpo incluido los genitales; coito no exigente; coito y orgasmo y masturbación están entre las más importantes y siempre adaptadas al tipo de problema.   
Las prisas, el estrés, practicar sexo cuando se está cansado al final del día, provocan que la pareja tenga la tendencia a tener relaciones porque de vez en cuando hay que “cumplir”. Esta forma de mantener relaciones sexuales basadas en el “aquí te pillo, aquí te mato”, es la mejor manera para tener dificultades a corto, medio y sobre todo a largo plazo. 
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/blogs/psicologos4you/2013/01/29/cumples-o-disfrutas-del-sexo-el-juego-amoroso-113768/

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