sexta-feira, 27 de julho de 2012

«Es un error creer que en el sexo el tamaño importa o que el objetivo es el orgasmo»


«El estrés reduce los juegos eróticos con penetración a la cama, donde, a veces, lo que realmente apetece es dormir más que entregarnos al placer»

ANA FERNÁNDEZ Sexóloga avilesina que dirige un curso de la Universidad de Oviedo

Myriam MANCISIDORLa sexóloga avilesina Ana Fernández.

La sexóloga avilesina Ana Fernández.  ricardo solí


Ana Fernández nació el mismo día en el que los investigadores Masters y Johnson publican «La respuesta sexual humana», un 13 de enero de 1966. Esta avilesina fue en su adolescencia usuaria del servicio municipal de atención sexual que había en Galiana y entonces decidió qué quería ser de mayor: sexóloga. Primero estudió psicología y luego realizó estudios de postgrado en Sexología en la universidad de Alcalá de Henares. Más tarde se formó en el Instituto de Sexología «Incisex» durante tres años. De regreso a Asturias fundó la Asociación Asturiana para la Educación Sexual, «Astursex». Ana Fernández ocupó además el cargo de presidenta de la Asociación estatal de profesionales de la sexología, cargo del que renunció hace dos años. Durante años atendió también el consultorio sexológico de la revista juvenil «Nuevo Vale». Actualmente trabaja como sexóloga y profesora de Secundaria. 


-El próximo lunes inaugura en Avilés el curso «Sexología: erótica, deseo, amor y pedagogía» de la Universidad de Oviedo. ¿A quién va dirigido?


-En principio va dirigido a estudiantes universitarios y profesionales de cualquier ámbito, porque abordamos conocimientos que luego pueden aplicar a su trabajo, sea este el que sea, o a su vida personal. Los objetivos son acercar la Sexología a estudiantes y profesionales que estén interesados en conocer esta disciplina. El año pasado hablamos de las regulaciones legales relativas a la sexualidad y este año me apetecía entrar en esos temas que están siempre en nuestras conversaciones con los amigos, en nuestras confidencias, y abordarlos desde una perspectiva profesional. Hablar del amor, de los buenos amores y de los malos amores, del deseo, las fantasías eróticas, de la pornografía... También hablaremos de los límites del deseo, cuándo se traspasan las fronteras de lo legal y las consecuencias que ello puede tener. A mí me parece apasionante.


-En pleno siglo XXI, ¿aún necesitamos que alguien nos forme en materia sexual?


-Es que muchas veces se reduce lo sexual a lo genital, cuando sexual en realidad significa de los sexos, es decir, de lo que somos como personas sexuadas en femenino, en masculino, de cómo nos relacionamos, de nuestros deseos, de nuestros amores, de nuestra erótica? Y en todo esto siempre hace falta alguien que nos eche una mano cuando surge algún problema. O cuando tenemos dudas. Y en el caso de los más jóvenes como parte de su educación, desde los primeros años. Es mucho más amplio que hablar de lo que parece.


-¿Cuáles son los problemas sexuales más comunes?


-Las dificultades más consultadas suelen ser las que tienen que ver con lo que Masters y Johnson llamaban la respuesta sexual: problemas con la erección o con la eyaculación en los hombres, dolor o dificultad en el coito en las mujeres. También problemas en ambos con el orgasmo, porque no se alcanza o porque se alcanza antes de lo deseado. Y cada vez más, sobre todo en mujeres, se ven consultas que tienen que ver con el deseo o con la falta de este. 


-¿El sexo es algo que solo ocurre en la cama?


-La relación sexual puede darse en cualquier circunstancia porque al no referirnos solo al coito, una simple mirada de seducción o una frase susurrada al oído pueden ser muy estimulantes eróticamente y no necesitan ningún escenario concreto. Pero aún si nos referimos a juegos eróticos que incluyan penetración pueden darse en muchos lugares alternativos a la cama. Lo que sucede es que nuestras agendas y el estrés de nuestra vida cotidiana los van reduciendo al dormitorio donde, por cierto, a veces lo que realmente apetece es dormir más que entregarnos al placer. Y eso acaba complicando las cosas.


-¿Es cierto eso de que la pasión sexual desaparece con los años?


-El morbo, el deseo, la complicidad y la seducción no tienen porqué desaparecer en una pareja estable por muchos años que lleven juntos. Pero hay que alimentarlos constantemente. Y tener espacios reservados para ello. En una pareja con hijos, por ejemplo, hay que buscar momentos para una cena romántica y a solas, para sentirse atractiva o atractivo, para coquetear, para ser sexy? A cualquier edad no solo es posible, es que es imprescindible.


-¿Cómo está afectando la crisis a las relaciones de pareja?


-Pues lo cierto es que las consultas sexológicas se ven incrementadas. Nosotros pensamos que tal vez se trata de que sale más barato intentar solucionar los problemas de la pareja que separarse por culpa de estos problemas.


-Dígame al menos tres creencias erróneas que, a su juicio, influyen en nuestra forma de vivir la sexualidad


-Pensar que un gran tamaño importa: tanto en el cuerpo masculino que suele ser el pene como en el femenino, que suelen ser los pechos. Lo que nos seduce y lo que nos excita es esa persona concreta y no nos importa cómo sea su cuerpo sino el deseo y el morbo que sea capaz de producirnos con él. También es un mito creer que hay unos tiempos estándar de duraciones y frecuencias y es un error buscar el orgasmo como objetivo de la relación. 


-Entonces el sexo no se resume en un orgasmo...


-En absoluto. El orgasmo no es más que una respuesta fisiológica a unos determinados estímulos. El sexo es lo que somos, hombres y mujeres, homosexuales o heterosexuales, con pareja o sin pareja, con discapacidades o sin ellas. Y está presente en cómo nos relacionamos y cómo nos seducimos, y cómo amamos y cómo deseamos. Los juegos eróticos propios de cada persona y de cada relación pueden incluir un coito o no, pueden incluir orgasmo o no. 
http://www.lne.es/aviles/2012/07/10/error-creer-sexo-tamano-importa-o-objetivo-orgasmo/1268215.html

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