sábado, 26 de maio de 2012

¿Igualdad en Sexo?


martes, 8 de mayo de 2012.

Como ya comentamos en "Hablemos de sexo...", la sexualidad es uno de los aspectos mas importantes de las relaciones de pareja y por ello uno de los que generan mas satisfacción por un lado y mas problemas por otro.

Partiremos de las base de que la sexualidad es completamente difierente entre hombres y mujeres. En el cerebro humano, hay una zona que se encarga de la actividad sexual, y esta zona es TRES veces mayor en el cerebro masculino que en el cerebro fememino. Esto explica porque los hombres piensan tres veces (o incluso mas) en sexo, de lo que lo hacemos las mujeres y porque casi siempre, ellos tienen mas ganas de tener relaciones sexuales y con mas frecuencia que nosotras.

Si a esto le añadimos que la sociedad y su educación, ha permitido mucho mas libertad sexual a los hombres que a las mujeres, hace que nuestras diferencias se agranden aún mas . 

Estos datos nos indican que no solo no somos iguales en cuanto a sexo se refiere, sino que somos muy diferentes, vivimos el sexo de forma muy diferente, necesitamos un ambiente sexual muy diferente y los problemas cotidianos nos influyen de manera muy diferente a la hora de tener relaciones sexuales. También los problemas sexuales que nos afectan son difentes.

Empecemos por el principio, la respuesta sexual.

Esta respuesta fisiológica aparece en todos nosotros, es autómatica (siempre que no haya pensamientos) y funciona como una respuesta refleja, como un estornudo. Si aparece una estimulación adecuada durante un tiempo suficiente se dará la respuesta. Las fases son:

DESEO - EXCITACIÓN - MESETA - ORGASMO - RESOLUCIÓN

Empieza por el deseo, esa sensación de que alguien nos atrae, nos gusta, se siente como un cosquilleo. El proceso continúa si obtenemos una estimulación física adecuada y placentera en zonas erógenas o sensibles al tacto, consiguiendo que nos excitemos. Cuando la excitación llega a un nivel suficiente nos mantenemos en él en la fase de meseta, en la que la estimulación tiene que continuar el tiempo suficiente para llegar al orgasmo. Después de esto ya solo queda la resolución en la que el cuerpo vuelve a su nivel normal.

Esta respuesta que en un principio es puramente física, se puede complicar cuando nuestra parte racional (nuestros pensamientos) entran en escena. Si en cualquier momento de esta respuesta, aparecen pensamientos "molestos", la respuesta se interrumpe y no sigue su curso habitual. Dependiendo de en que fase aparezcan los pensamientos, así serán los problemas sexuales. 

En las mujeres aparecel bajo deseo, vaginismo, anorgasmia...

En los hombres bajo deseo, disfunción eréctil, eyaculación precoz, eyaculación retardada...

Todas estos problemas, no tienen nada que ver con la respuesta sexual en sí, ni con la masculinidad o la potencia sexual, de hecho casi todas las personas en algún momento en que estén preocupados, o estresados, o muy cansados, pueden tener un episodio de cualquiera de ellos. Se agrava cuando tras un episodio fortuito, se empieza a pensar "que va a volver a ocurrir", "que hay un problema grave" " que ya no va a poder fun cionar bien", y son precisamente estos pensamientos los que hacen que la respuesta sexual se interrumpa y vuelva a aparecer el mismo problema. Es nuevamente un problema de ansiedad de ejecución, y en cuanto la alarma aparece la respuesta sexual es imposible que continúe, o se acelera o se para. Si no se aprende a manejar puede acabar en problemas crónicos.

En el caso femenino, el estrés es el peor enemigo del sexo. Cuando una mujer tiene un problema, y no sabe como "apartarlo" momentaneamente, la actividad sexual se vuelve incompatible. De este modo la respuesta sexual no puede darse de una manera natural, no hay deseo y la excitación es difícil que aparezca y llegue hasta el nivel que permita el orgasmo. 
http://www.noticiascastillayleon.com/post/Igualdad-en-Sexo/Psicologia-a-tu-medida/5/111/VA/

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