quarta-feira, 16 de novembro de 2011

La ciencia explica por qué los hombres fingen orgasmos


Cómo es la enfermedad de la anorgasmia, que impide a los hombres eyacular; las causas; los tratamientos

Por Verónica Dema  | LA NACION
 
El sexo en las relaciones, un punto importante. Foto: Archivo 
Muchos varones tardan años en consultar. Lo demoran hasta que, a veces, aparece una necesidad importante, por ejemplo, la búsqueda de un embarazo. Otras veces, la incomodidad o el conflicto de pareja es tal que se ven obligados a hacerlo en un intento por salvar la pareja en medio de grandes discordias. Hay temor, vergüenza porque consideran que se los verá como menos hombre al no poder eyacular o embarazar a sus parejas. Lo cierto es que muchos llegan después de años de haber fingido orgasmos para no admitir la situación.
Así describe a LA NACION el médico psiquiatra y sexólogo del Hospital Durand Adrián Helien la situación que vivencia en su consultorio ante cuadros de anorgasmia coital, "que se produce cuando el varón no puede eyacular y tener orgasmos en penetración vaginal".
La anorgasmia, junto con el retardo eyaculatorio (que significa que el varón tarda en eyacular unos 20 minutos después de querer "terminar"), son las principales disfunciones sexuales en varones y cada vez aparecen más casos referidos por urólogos y sexólogos.
La psicóloga y sexóloga en el Hospital de Clínicas Lucía Baez señala a LA NACION que los hombres que se acercan al consultorio para exponer su dificultad para eyacular suelen ser mayores de 40 años. "Ultimamente hay casos que nos cuentan que engañan, fingen o mienten a sus companerxs", manifiesta la especialista, y pide la "x" por cuestiones de género. "Lo esconden por el que dirán, por vergüenza. Estamos ante varones inseguros por la mentira de engañarse a sí mismos y a su partener ".
Así, Baez plantea una doble insatisfacción: "El varón no deja de sentirse insatisfecho aunque desde el discurso señale 'la pasé muy bien con vos'; y su compañera quizás esté molesta o no muy satisfecha, eso dependerá de que ella no sienta dolor ni ardor debido al retiro de su propia lubricación pasado un buen tiempo penetrada".
Por su parte, la sexóloga Diana Pietruszka de Lebel, miembro de la Sociedad Argentina de Urología,apunta que en los casos en que se da esta disfunción, y cuando se le suma el hecho de fingir un orgasmo, delata una "notoria falta de comunicación en la pareja", o bien "se trata de un hombre que no tiene pareja estable y siente vergüenza de mostrar esto delante de una relación ocasional".

LAS CAUSAS DE ESTA DISFUNCIÓN

El sexólogo del Durand Adrián Helien enumera los orígenes de esta disfunción en varones. Por un lado, están las causas medicamentosas, por ejemplo, muchos antidepresivos retardan la eyaculación; quirúrgicas, por ejemplo, luego de una operación de próstata, puede producirse la eyaculación retrógrada, es decir, hacia atrás (aquí el varón llega a sentir las sensaciones de orgasmo, pero no ve la expulsión del semen). Otras operaciones pueden dañar algún nervio que intervenga en la eyaculación y algunas enfermedades como una diabetes grave pueden producir alteraciones de la eyaculación o que, directamente, no se produzca nunca (a esto último los especialistas lo llaman anorgasmia total).
"También están las denominadas causas psicógenas, es decir, sin una causa orgánica demostrable. Estas son las más comunes. También hay algunos hombres que no aprendieron a gatillar el orgasmo, o han perdido la capacidad de hacerlo por evitar eyacular en ocasiones reiteradas, por ejemplo, para evitar un embarazo no deseado", explica Helien.
El especialista agrega a la lista de quienes tienen esta patología, a personas que, por motivos religiosos, siguieron un patrón de no masturbarse o, por el contrario, tuvieron una masturbación muy frecuente, que le resta deseo o capacidad de eyacular cuando están con su pareja. "Otro hallazgo es que muchos varones que no eyaculan, se excitan más con la masturbación que en el coito y además la masturbación es atípica, o sea, de una forma que muy difícilmente pueda reproducirse durante el coito, ya sea por la velocidad o por la presión ejercida en el acto masturbatorio", enumera el experto del Durand.
La doctora Diana Pietruszka de Lebel apunta que su experiencia también le indica que las causas son en la mayoría de los casos, de origen psicológico, por ejemplo, "por educación sexual muy restrictiva que derivaron en fobias sexuales, o con una historia de abuso sexual, o hasta por duelos por los que atraviesa una persona". El estrés y el cansancio físico también son observadas cada vez con más frecuencia en su consultorio.

ENFRENTAR EL PROBLEMA

Lo primero que la psicóloga y sexóloga del Hospital de Clínicas Lucía Baez empieza a decir sobre los tratamientos es que existen y dan resultado. "Cuando se trata de una anorgasmia masculina o femenina estamos ante una disfunción sexual tratable", dice. Y apunta que es necesario desterrar la idea de que sin la ayuda de un profesional se puede curar. "Solos no lo van a solucionar. Ese es un error que se comete y por eso esperan tanto para recurrir y suelen hacerlo cuando la pareja se da cuenta o cuando lo asumen como un problema porque la relación está en crisis".
¿Cuáles son los tratamientos que existen? ¿Qué efectividad tienen? Los especialistas coinciden en que el modo de abordar esta disfunción depende de la causa. Helien acerca algunos ejemplos: "Si un antidepresivo causa el problema, existen otros que no lo causan o lo solucionan; otras veces, hay que hacer una terapia sexual orientada a que la persona aprenda a gatillar el orgasmo en el coito, lo que incluye que aprenda a percibir sensaciones, baje su ansiedad, tenga atención plena en los estímulos que da y recibe; otras veces, hay que bajar la frecuencia masturbatoria y reeducar su forma de estimularse para que pueda hacerlo de manera que el estímulo masturbatorio sea similar o reproducible en el coito".
Así, cuando se descarta el origen orgánico, los tratamientos son básicamente psicosexológicos y los resultados, muy efectivos. En un estudio realizado en el sector disfunciones sexuales del Hospital Durand, una vez descartados factores físicos, se realizó un tratamiento específico de doce entrevistas con reeducación de autoestimulación y reducción de factores relacionados con la ansiedad en la relación sexual. El 70% de las personas en tratamiento por anorgasmia coital se recuperaron por completo.
"Cuando existe una pareja contenedora que acompaña la terapia, el proceso suele resultar mucho más placentero, rápido y eficaz", concluye Pietruszka. Con ella coinciden todos los demás.

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